quarta-feira, 7 de setembro de 2011

O som é Deus

De acordo com as tradições do espírito e da cultura : o som é Deus manifesto.

domingo, 14 de agosto de 2011

A Música Em Marte Segundo Ramatís

Há diversos trechos arrebatadores neste texto do mestre Ramatís psicografado por Hercílio Maes, é um verdadeiro alento e traz conforto ao espírito para aqueles que buscam na música seu dharma primordial :

" (...) A música, essa voz sonora de Deus essência predominante em todo o Cosmos, é a visão que a alma pode ter na consecução final do seu Ideal - a Angelitude Eterna !"

Sobre o tipo mais evoluído do artista marciano no campo musical :

"(...) O excelso artista marciano que atinge a maravilhosa função de 'médium' puro da beleza sonora dos mundos superiores, atingiu um grau de sensibilidade impossível na vossa concepção. A melodia toma-o como um canal vivo e pousa, exata, no instrumento superorquestral que serve para os grandes momentos sinfônicos. A sua alma tem a transparência do cristal perfeito e abdicou de qualquer emoção pessoal. Vive, única e exclusivamente, para esses momentos santificados de beleza cósmica; é uma existência de absoluto franciscanismo à Harmonia Paradisíaca! Hipersensível, plástico, cristalino e puro, consegue sintonizar-se com a Mente Divina, perdendo o contato físico da forma, diluindo-se na mensagem etérea de sons, para revelar, em absoluto 'transe' angélico, a mensagem excelsa das esferas superiores!"

Sobre a correspondência dos sons e das cores :

"(...) as sete notas musicais correspondem a sete sons e sete cores diferentes e igual a mesmo número de perfumes, temperaturas astrais, densidades e até volumes assinaláveis no éter. (...) O dó é vermelho-fogo e corresponde à vibração física do mundo material; o fá é de um verde-seda e desperta o sentido poético pela natureza terráquea; o si é azul-celeste e se refere ao êxtase, à emoção espiritual (...)".

sexta-feira, 8 de julho de 2011

O êxtase através da sagrada beleza sublime tem nome no Flamenco : el duende

En muchas ocasiones hemos leído u oído decir definiciones acerca de ese sentimiento o emoción interna que los intérpretes flamencos albergan –aunque no con la frecuencia deseada- cuando interpretan el flamenco.




Algunos estudiosos de la teoría flamenca han configurado denominaciones entorno a este fenómeno. Este es el caso de Carlos Almendros que afirmó que el duende es "una fuerza y misterio que adquiere una manifestación artística, cuando ésta capta el espíritu, produciéndose un particular estremecemiento", Anselmo González Climent dijo "es el momento en el que se percibe la pureza escénica que se desea, es estar en trance, en desborde confesional, es el momento de la perfección artística y de la plenitud humana del cantaor y, por ende, del cante flamenco", Domingo Manfredi Cano escribió, "el duende es una situación en la que el cantaor alcanza los límites del trance y transmite a sus oyentes una carga emocional de tal naturaleza que los arrastra al paroxismo, límite con la locura, es cuando los oyentes se rasgan la camisa a tirones y los hombres más enteros, se secan los lagrimones a manotazos", otra definición fue la de Emilio García Gómez que lo llamó situación-límite o situación psíquica que traducida mediante el tárab, palabra árabe, significa entusiasmo, éxtasis, enajenación, para Alicia Mederos el duende "es algo así como escuchar el rumor del mar en una caracola y sentir que todos los océanos caben en ese espacio mágico de viejísimas melodías".



En mi opinión, el duende es un estado de ánimo en el que el intérprete flamenco se siente como si casi no existiera, es un momento en el que la mente se encuentra despojada de ataduras y vacía de contenido, unos instantes en los que uno no tiene nada que ver con lo que ocurre alrededor y en los que simplemente se contempla de forma maravillada y respetuosa todo lo que sucede, es algo que fluye por si mismo.



El duende es un estado de gracia, en el que la excelencia se produce sin el menor esfuerzo, un estado en el que el intérprete está absorbido por el presente y en el que sus emociones están exentas de represión alguna, más al contrario, estas se activan de forma positiva y se alinean con la actividad que se esta llevando a cabo, bien sea cante, toque o baile.



Abundando un poco más en la definición de este fenómeno, se puede decir que, el rasgo característico de esta experiencia extraordinaria es una sensación de alegría espontánea en la que se produce un cierto rapto de nuestro consciente. Son momentos en los que uno se siente tan bien que resulta intrínsecamente recompensable, un estado en el que el artista se absorbe por completo y presta una atención indivisa a lo que está haciendo.



Cuando se alcanza esta situación la atención se focaliza tanto, que la persona pierde la noción del tiempo y del espacio, es un estado de olvido de uno mismo, una forma de estar en la que uno se encuentra tan absorto en la tarea, que desaparece por completo toda consciencia de sí mismo y en el que se abandonan hasta las más pequeñas preocupaciones de la vida cotidiana.



Los momentos del duende son momentos en los que el ego se halla completamente ausente y en los que el rendimiento es extraordinario, aunque paradójicamente, la persona está completamente despreocupada de lo que hace y su única motivación descansa en el mero gusto de hacer lo que se está haciendo ... cantar, tocar o bailar.





José Maria Parra

Gramática Real da Grande Obra de Arte

As hipóteses estéticas da cor e do som, do verso e da frase :

exatidão matemática com beleza formal, como na obra do grande geômetra;
sintaxe e polissemia como na poesia em sentido lato;
a santidade da oração;
o silêncio interior da meditação

Exemplo : um vermelho exato, nem rosa nem roxo violáceo, mas um vermelho articulado com todo o arco, e dos outros nomes de Íris, o vermelho das chagas do Cristo, o vermelho da imolação...

Gramática Real da Grande Obra de Arte

Naada Yoga, a Yoga do Som
1) concentração : ignorar tudo o que não seja o som, ou o verbo.
2) contemplação : ouvir sem julgar
3) meditação : o som vem do alto como as lágrimas e a graça; o transe criativo.

Gramática Real da Grande Obra de Arte

Lauda, Gradus e Plena,
E seus cantares místico, teológico, discipular e devocional,
Música, Língua e Tradição do Espírito.

O dever prescrito de um músico, prescrito pelos céus, é tocar; tocar a música que lhe arrebata, tocar desapegadamente de seus frutos; tocar até que os céus lhe arrebate, e tudo o que lhe ouve.
Assim como o dever prescrito de um rio, prescrito pelos céus, é fluir até o mar, com tudo o que lhe conflui.